Hávamál

El Discurso del Altísimo

Gestaþáttr

Consejos para el invitado

Estrofa 1

Observa cuidadosamente
todas las puertas antes de entrar,
ya que es incierto
dónde pueden estar los enemigos
ocultos en las mesas del salón.

Estrofa 2

¡Oh, digno anfitrión!
Ha llegado un invitado.
Dinos, ¿dónde debe sentarse?
El mal genio crece en un asiento alejado,
no te arriesgues a encender su impaciencia.

Estrofa 3

El recién llegado necesita fuego,
sus rodillas están entumecidas.
Un hombre que ha atravesado montañas
necesita comida y ropa limpia.

Estrofa 4

El huésped necesita agua
al llegar a la mesa,
una toalla y una cordial bienvenida;
una actitud amistosa,
un diálogo y atención.

Estrofa 5

El viajero debe entrenar su inteligencia.
Todo es fácil cuando uno se siente como en casa.
Muchas miradas recibe,
aquél que no sabe nada
y se sienta entre sabios.

Estrofa 6

Más allá de tu sabiduría,
no seas soberbio,
más bien sé cuidadoso en tu forma de ser.
Un visitante sabio es aquél
que permanece cauteloso.
Rara vez se lastima el prudente.
Porque no hay amigo más fiable
que la sabiduría.

Estrofa 7

El invitado cauteloso
que se acerca a la reunión,
guarda silencio en la escucha;
escucha con sus oídos,
observa con sus ojos.
Tal es el buscador de sabiduría.

Estrofa 8

Dichoso es el que gana elogios
y reconocimiento en tiempos de necesidad.
Pero ingrato es
lo que un hombre posee
mientras yace en el pecho de otro.

Estrofa 9

Dichoso el que tiene en sí
alabanza y sabiduría en la vida;
porque a menudo un hombre
recibe mal consejo
cuando nace en el seno de otro.

Estrofa 10

No hay mejor cargamento
para llevar en el camino
que la sabiduría.
En un lugar extraño,
la virtud del pobre
es más valiosa que el oro.

Estrofa 11

No hay mejor cargamento
para llevar en el camino
que la sabiduría.
No hay peor provisión para el viaje
que llevar sobre el campo
un exceso de cerveza.

Estrofa 12

No es tan bueno como dicen
para los hombres
beber a menudo cerveza.
Pues cuanto más bebe un hombre,
menos sabe lo que piensa.

Estrofa 13

La que llaman «garza del olvido»
sobrevuela los banquetes de cerveza,
distrayendo el ingenio de los hombres.
Con las plumas de esa ave
estuve una vez atado
en la caverna de Gunnlöð.

Estrofa 14

Me emborraché,
me emborraché completamente
en casa del astuto Fjalar.
Por eso la embriaguez es la mejor,
cuando cada hombre recupera
su razón al volver a casa.

Estrofa 15

El hijo de un rey debe ser
silencioso y prudente,
y también osado en la batalla.
Valiente y dichoso caminará el hombre,
Hasta que llegue
el día de su muerte.

Estrofa 16

El necio cree
que vivirá para siempre
si evita la batalla;
pero la vejez no le dará la paz,
aunque las lanzas le perdonen la vida.

Estrofa 17

Cuando va a una fiesta,
el necio se queda parado.
Al principio es tímido y vergonzoso,
pero cuando tome un trago
y abra la boca
todos conocerán su cretinismo.

Estrofa 18

Aquel que tanto ha visto y sufrido
y que conoce los caminos del mundo.
Sólamente él
puede saber qué espíritu
es el que gobierna a los hombres
que en su camino se encuentra.

Estrofa 19

No rehuyas el hidromiel,
pero bebe con medida.
Habla con sensatez o quédate callado
y nadie podrá decir nada malo de ti
si buscas a temprana hora tu cama.

Estrofa 20

El glotón que engulle
comerá hasta enfermar.
Cuando esté entre los sabios,
se burlarán de él
y de su abultado vientre.

Estrofa 21

El rebaño sabe bien
cuándo debe volver a casa,
y entonces del pasto marcharse.
Pero el hombre insensato,
la medida de su vientre,
nunca la conocerá bien.

Estrofa 22

Un hombre malhumorado e infeliz
se ríe de todo lo que oye
y se burla de los demás.
Pero siempre se negará
a ver sus defectos

Estrofa 23

El  ingenuo, por la noche,
permanece despierto,
lleno de preocupaciones.
Cuando llega la mañana,
su desdicha es la misma que antes.

Estrofa 24

El necio piensa
que aquellos con los que ríe
son todos sus amigos.
Lo que ignora es
lo mal que hablan a sus espaldas,
cuando se sienta con hombres más sabios.

Estrofa 25

El necio piensa
que aquellos con los que ríe
son todos sus amigos.
Cuando viene al Thing y pide ayuda,
poco apoyo encuentra.

Estrofa 26

El necio que se cree lleno de sabiduría,
mientras está sentado junto al hogar en casa,
rápidamente descubre,
cuando otros le preguntan,
que nada sabe en absoluto.

Estrofa 27

Es mejor que el ignorante guarde silencio
cuando se mueve entre otros hombres.
Nadie sabrá lo tonto que es
hasta que empiece a hablar;
nadie sabe mejor lo imbécil que es
que el hombre que habla demasiado.

Estrofa 28

Sabio será aquel que bien sepa preguntar
y también responder.
Los hijos de los hombres no pueden ocultar
las noticias que de ellos se cuentan.

Estrofa 29

Demasiadas palabras insensatas pronuncia
el que nunca calla;
una lengua apresurada canta su propia desgracia
si no se le pone freno.

Estrofa 30

No cuestiones demasiado a tus amigos,
familiares o a aquellos
con los que celebras un banquete;
podrías demostrarles que son tontos
y exponerlos al escarnio.

Estrofa 31

Es sabio el que se aparta a tiempo
de aquél a quien que le gusta burlarse,
pues en la mesa, quien se burla,
nunca puede saber
con qué enemigo tendrá que luchar.

Estrofa 32

A menudo, incluso los amigos
se dividen en la mesa;
siempre será fuente de disputas,
que un invitado enoje a otro invitado.

Estrofa 33

Un hombre hace bien en comer una buena comida
antes de visitar a sus amigos.
No sea que, cuando llegue allí pase hambre,
temeroso de pedir comida.

Estrofa 34

Torcido y lejano es el camino para un enemigo,
aunque su casa esté en la carretera.
Pero ancho y recto es el camino
para un amigo
aunque esté lejos.

Estrofa 35

El invitado con tacto
se despedirá pronto,
no se quedará mucho tiempo en casa ajena.
Cuando uno se queda demasiado tiempo
en casa de otro,
el amor se convierte en odio.

Estrofa 36

La casa propia es lo mejor,
por pequeña que sea;
cada hombre es dueño de su casa.
Aunque sólo posea dos cabras y un techo de paja,
incluso eso es mejor que mendigar.

Estrofa 37

La casa propia es lo mejor,
por pequeña que sea;
cada hombre es dueño de su casa.
El corazón de un hombre se rompe
si tiene que mendigar
cada vez que necesita comer.

Estrofa 38

Un hombre no debe poner un pie en el camino
sin sus armas de guerra.
Pues es incierto cuándo surgirá la necesidad
de una lanza en el camino.

Estrofa 39

No he encontrado a nadie tan generoso
con regalos o comida,
que de buena gana no aceptara otro regalo.
Ni tampoco a nadie tan generoso
al que le hayan respondido con odio.

Estrofa 40

Que de las riquezas que ha conseguido
el hombre no escatime en demasía.
A menudo guardamos para un enemigo
lo que estaba destinado para un amigo.
Las expectativas a menudo resultan engañosas.

Estrofa 41

Los amigos serán felices,
el uno con el otro,
con armas y atuendos.
Tú mismo puedes verlo:
A través de los regalos
la amistad es más duradera,
si sus destinos son justos.

Estrofa 42

A su amigo, el hombre
un amigo demostrará ser,
y regalos con regalos recompensará.
Pero los hombres responderán
a la burla con la burla,
y a la mentira con la falsedad.

Estrofa 43

A su amigo, el hombre
un amigo demostrará ser,
y lo mismo con los amigos de sus amigos.
Pero nunca un hombre será amigo
de los amigos de su enemigo.

Estrofa 44

Si tienes un amigo
en quien confiar plenamente
y el bien de él obtendrás,
mezcla tus pensamientos con los suyos,
hazle regalos,
y ve a buscarlo a menudo.

Estrofa 45

Si tienes a otro
en quien difícilmente confiarás,
aún así obtendrás beneficio de él.
Le hablarás con rectitud, pero pensarás falsamente.
Y así, las falacias,
con falsedad pagarás.

Estrofa 46

Lo mismo ocurre con aquel
en quien apenas confías,
y cuya mente no puedes conocer.
Ríete con él, pero no digas lo que piensas,
así le recompensas con su mismo regalo.

Estrofa 47

Joven fui yo una vez,
y vagaba a solas,
nada sabía del camino.
¡Afortunado me sentí, cuando encontré un camarada!
Porque el hombre es el mayor regalo que el hombre puede tener.

Estrofa 48

Las vidas de los valientes y nobles
son las mejores.
Rara vez alimentan las penas.
Pero el cobarde, miedo de todas las cosas tiene,
y no con gusto el cobarde regala.

Estrofa 49

Mis prendas una vez di
en un campo, a un par de postes de madera.
Héroes parecían, cuando ropa tenían.
Pero un hombre,
despojado de sus ropajes,
en nada se queda.

Estrofa 50

En la lóbrega colina muere el abeto,
sin hojas ni corteza.
Muere como el hombre a quien nadie ama.
¿Por qué debería ser larga su vida?

Estrofa 51

Durante cinco días
arde la amistad entre falsos amigos,
más ardiente que el fuego.
Cuando llega el sexto día,
el fuego se enfría
y se acaba todo el apego.

Estrofa 52

Un hombre no necesita dar grandes cosas.
A menudo recibe elogios por muy poco.
Con media hogaza de pan y una taza medio llena,
un amigo completo hice.

Estrofa 53

Pequeñas playas para pequeños mares,
y pequeña es la razón de los hombres.
No todos los hombres son iguales en sabiduría,
pues todos son medio sabios.

Estrofa 54

Que el hombre tenga sabiduría,
pero nunca demasiada.
Las vidas más bellas son las vidas
de aquellos hombres más sabios.

Estrofa 55

Que el hombre tenga sabiduría,
pero nunca demasiada.
Porque el corazón del sabio rara vez es feliz,
si es sabio en demasía.

Estrofa 56

Que el hombre tenga sabiduría,
pero nunca demasiada.
Que nadie conozca el destino que le aguarda,
pues así estará libre de preocupación.

Estrofa 57

Una llama, de una llama es encendida y consumida,
y el fuego es engendrado de otro fuego.
Así, el habla del hombre
será conocida por los hombres,
y los tontos serán reconocidos por su silencio.

Estrofa 58

Debe madrugar aquel que desea obtener
la sangre o las posesiones de otro.
El lobo que se queda inactivo obtendrá poca carne,
y el hombre que duerme tendrá poco éxito.

Estrofa 59

Aquellos cuyo personal es escaso,
deben levantarse temprano
y hacer el doble de trabajo.
Mucho queda por hacer para el dormilón de la mañana,
porque la rapidez es la mitad de la riqueza conseguida.

Estrofa 60

De las tejas y tiras de corteza curtida
uno debe conocer sus necesidades para el techo,
y cuánta madera necesitará en un mes
o en medio año.

Estrofa 61

Limpio y alimentado,
el hombre se dirige al consejo,
aunque esté vestido con ropa modesta.
No debe avergonzarse de sus zapatos y medias,
ni de su caballo, aunque sea pobre.

Estrofa 62

Cuando el águila llega al mar antiguo,
chilla y baja la cabeza.
Así es un hombre en medio de la multitud,
que encuentra pocos que hablen por él.

Estrofa 63

Aquel que quiera ser llamado sabio,
debe estar listo para preguntar y responder.
Puedes decir tus pensamientos a uno,
pero ten cuidado si se los dices a dos,
ya que lo que tres saben, lo sabrá el mundo.

Estrofa 64

Un hombre sabio deberá controlar su temperamento
y mantener bajo control su deseo de dominar.
Cuando se encuentra entre los valientes,
comprende que no puede ser el más audaz de todos.

Estrofa 65

(Un hombre debe ser cuidadoso y prudente,
y tener miedo de confiar en un amigo.)
A menudo, por las palabras que uno dice a otros,
sólo recibirá un mal regalo.

Estrofa 66

A menudo llegué demasiado pronto a muchos lugares,
pero demasiado tarde a otros.
La cerveza a veces estaba demasiado aguada,
y rara vez algo salió como yo quería.

Estrofa 67

Los hombres, por doquier me invitarían a sus hogares,
aunque a la hora de comer no necesitara comida,
o colgarían dos jamones en la casa de mi amigo,
donde solo han comido uno.

Estrofa 68

El fuego, para el hombre, es el regalo más justo,
y también poder ver el sol;
también la salud, si un hombre la pudiera tener,
y una vida no manchada por el pecado.

Estrofa 69

Ningún hombre es completamente desdichado,
aunque esté enfermo.
Algunos encuentran alegría en sus hijos,
otros la encuentran en sus parientes cercanos
o su riqueza,
y otros en sus obras dignas.

Estrofa 70

Es mejor vivir que ser un cadáver,
el vivo atrapa la vaca.
Vi las llamas elevarse por la pira del hombre rico,
y yacía muerto ante su puerta.

Estrofa 71

El cojo monta a caballo,
el manco es pastor,
el sordo es valiente en la batalla;
el ciego es mejor que el quemado.
Pero un cadáver no sirve para nada.

Estrofa 72

Un hijo es mejor, aunque nazca tarde,
y su padre haya fallecido.
Pocas veces se ven piedras rúnicas junto al camino,
a menos que un pariente honre a su pariente.

Estrofa 73

Dos hombres hacen una batalla, la lengua mata a la cabeza.
Bajo cada abrigo de piel sospecho un puño.

Estrofa 74

Se espera con alegría la noche que tiene comida para disfrutar,
las vergas de un barco son cortas,
las noches de otoño inquietas.
A menudo, el clima cambia en una semana,
y más aún en un mes.

Estrofa 75

Un hombre no sabe, si no sabe nada.
El oro a menudo engendra engaños.
Uno es rico y otro es pobre,
¡Pero nadie debería ser despreciado por eso!

Estrofa 76

El ganado muere,
y los parientes mueren.
Y de igual manera uno muere.
Pero el renombre
de quien consigue buena fama
nunca muere.

Estrofa 77

El ganado muere,
y los parientes mueren.
Y de igual manera uno muere.
Pero una cosa sé
que nunca muere:
la reputación de un hombre muerto.

Estrofa 79

MAL CONSERVADA

Loddfáfnismál

Máximas para Loddfáfnir

Estrofa 80

Si el necio se apodera del dinero
o del amor de una doncella,
crece en él el orgullo,
pero nunca la sensatez;
se dirige directamente
a la soberbia.

Estrofa 81

Alabad al día cuando anochece,
a una mujer en su pira,
al arma cuando es usada,
a una doncella al casarse,
al hielo cuando se cruza,
a la cerveza cuando se bebe.

Estrofa 82

Cuando sople la tormenta,
corta madera, en vientos justos busca el agua.
Juega con las doncellas al atardecer, porque el día tiene muchos ojos.
Busca la rapidez en el barco, protección en el escudo,
cortes de la espada, de la doncella los besos.

Estrofa 83

Bebiendo cerveza junto al fuego,
patina sobre el hielo.
Compra un caballo flaco y una espada empañada,
engorda el caballo en casa, y el perro en tu morada.

Estrofa 84

Un hombre no debe confiar en el juramento de una doncella,
ni en las palabras que una mujer dice.
Porque sus corazones fueron hechos en una rueda giratoria,
y volubles fueron formados sus pechos.

Rúnatáls þáttr Óðins

Canción rúnica de Odín

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Preguntas frecuentes sobre Hávamál

El Hávamál es una colección de poemas de la época vikinga escritos en nórdico antiguo. Presenta consejos para la vida, para una conducta correcta y para la sabiduría. Se considera una fuente importante de la filosofía nórdica antigua. A menudo se le considera una especie de guía moral y espiritual para los guerreros vikingos.

El Hávamál trata sobre muchos temas diferentes, como la sabiduría, la conducta, la amistad, la hospitalidad y la protección contra el peligro, así como enseñanzas que se consideran esenciales para la vida y el éxito en la sociedad nórdica. También incluye reflexiones sobre el destino, la magia y la muerte.

Hávamál significa, literalmente, «El Discurso de Hár«, o «Las Palabras de Hár«. Está formada por las palabras Hávi + Mál.

Hávi es una de las formas gramaticales del nombre Hár, que era uno de los nombres de Odín y significa «alto», «superior». Y mál es la palabra en nórdico antiguo para «lenguaje», «discurso» o «asunto».

Por tanto, podemos traducir Hávamál como «El Discurso del Altísimo» o «Las Palabras del Altísimo».

La única fuente conservada de Hávamál es el Codex Regius. Este es un manuscrito islandés del siglo XIII, en el que también se incluyen los demás escritos de la Edda poética, como Völuspá, Vafþrúðnismál o los cantos heroicos del Ciclo Nibelungo. Existen indicios de que el autor del códice pudo ser el escaldo islandés Sæmundur fróði Sigfússon.

La parte que trata de la conducta ética (la Gestaþáttr) fue identificada tradicionalmente como la parte más antigua del poema por los eruditos del siglo XIX y principios del XX.

Bellows (1936) identifica como el núcleo del poema una colección de proverbios y sabios consejos que data de una época muy temprana, pero que, por la naturaleza de la tradición oral, nunca tuvo una forma o extensión fija. Sin embargo, Klaus von See (1981) identifica la influencia directa de la Disticha Catonis en la Gestaþáttr, sugiriendo que esta parte fue escrita durante el período altomedieval y poniendo en duda el «carácter germánico no adulterado» del poema afirmado por otros escritores.

Al núcleo gnómico del poema se añadieron con el tiempo otros fragmentos y poemas de sabiduría y proverbios. Discutir la autoría o la fecha de cada una de las partes sería inútil, ya que casi todos los versos o estrofas podrían haber sido añadidos, modificados o suprimidos a voluntad en cualquier momento antes de la redacción del poema en el siglo XIII. No obstante, sí que podríamos fechar algunos versos o estrofas en el siglo X o incluso el IX. El verso deyr fé, deyja frændr («muere el ganado, mueren los parientes») que aparece en las estrofas 76 y 77 de la Gestaþáttr puede datarse en el siglo X, ya que también aparece en el Hákonarmál de Eyvindr Skáldaspillir.

En su mayor parte, los versos están compuestos en una métrica llamada ljóðaháttr, asociada a los versos sapienciales.

El Hávamál está escrito en nórdico antiguo, una lengua germánica extinta que se desarrolló en Escandinavia y sus colonias durante la época vikinga, aproximadamente desde el siglo VIII hasta el siglo XIV. Proviene del protonórdico y eventualmente evolucionó para convertirse en las lenguas escandinavas modernas, como el islandés, el noruego, el sueco y el danés. Se habló ampliamente en los países nórdicos y también fue utilizado como lengua franca en las colonias vikingas en Europa y América del Norte. A pesar de que en sus orígenes se seguía usando el alfabeto rúnico (futhark joven), la mayoría de los textos importantes, como las Eddas o las Sagas, fueron escritos en alfabeto latino, incluyendo el Códex Regius en el que se encontró el Hávamál. Durante la Edad Media, el nórdico antiguo fue la lengua de la literatura y la cultura escandinavas y ha dejado una importante huella en la lengua y la cultura de los países nórdicos modernos.

El Hávamál consta de 165 estrofas, divididas en 3 partes:

  • Gestaþáttr. Estrofas 1 – 79. La primera sección se puede traducir como la «sección del huésped». Se trata de un conjunto de máximas sobre cómo comportarse cuando se es huésped y se viaja, centrándose especialmente en la etiqueta y las relaciones de comportamiento entre anfitriones e invitados y la sagrada tradición de reciprocidad y hospitalidad que era endémica de los pueblos marineros nórdicos.
  • Loddfáfnismál. Estrofas 80 – 137. La siguiente gran sección del Hávamál trata de la moral, la ética, la acción correcta y los códigos de conducta. Está dirigida a Loddfáfnir, «el cantor errante», de ahí el nombre de esta sección, Loddfáfnismál, que se sitúa en el lugar del lector (o, como era el caso en la época, del oyente).
  • Rúnatáls þáttr Óðins. Estrofas 138 – 165. El Rúnatal (Rúnatáls-tháttr-Odhins o «Canto de las Runas de Odín») es la última sección del Hávamál. En ella, Odín revela el Secreto de las Runas.

El Hávamál simboliza la sabiduría y la experiencia adquirida a lo largo de la vida. También simboliza la importancia de la conducta honorable y de tener una actitud positiva ante los desafíos.

La autoría del Hávamál se le atribuye al dios Odín, quien según la mitología nórdica era el dios de la sabiduría, la poesía y la guerra.

No se sabe con certeza quién escribió el Hávamál, al ser un texto muy antiguo. Se cree que fue transmitido oralmente durante muchos siglos por trovadores y escaldos antes de ser escrito y compilado por varios autores a lo largo del tiempo. Los eruditos a veces especulan con autores hipotéticos, pero nunca han sido alcanzadas conclusiones firmes y aceptadas.

El Codex Regius fue descubierto en 1643 por Brynjólfur Sveinsson, obispo de Skálholt (Islandia). En 1662 lo envió como regalo al rey Federico III de Dinamarca; de ahí su nombre. Se conservó en la Biblioteca Real de Copenhague hasta el 21 de abril de 1971, fecha en la que regresó a Reikiavik, y actualmente se conserva en el Instituto Árni Magnússon de Estudios Islandeses.

Desde entonces, multitud de estudiosos y escritores han trabajado en su traducción e interpretación a las diferentes lenguas modernas.